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Top 10: Hermosos aviones de carreras británicos

Elegantes, atrevidos e impresionantes, los aviones de carreras británicos de los años 20 y 30 combinaban una belleza deslumbrante con un rendimiento extraordinario.

Desde el elegante Supermarine S4 hasta el Gloster VI, que batió todos los récords, estas máquinas llamativas y estrepitosas cautivaron al mundo y se alzaron con la gloria en el Trofeo Schneider y más allá. Este artículo profundiza en las historias de estos extraordinarios aviones de carreras, que inspiraron los Spitfire y Mosquito de la época de la guerra y avanzaron la ciencia de la aviación con un estilo inigualable:


10: Percival Mew Gull

 Percival Mew Gull

Durante la segunda mitad de la década de 1930, los Mew Gull dominaron las carreras aéreas en Inglaterra, ganando de forma constante hasta que la guerra detuvo prácticamente todos los vuelos civiles en septiembre de 1939. Incluso alcanzó una velocidad récord de 236,25 mph (380,2 km/h), la más rápida jamás registrada por un avión ligero británico.

En 1939, el piloto Alex Henshaw voló un Mew Gull desde Inglaterra hasta Ciudad del Cabo y volvió en 4 días, 10 horas y 16 minutos, estableciendo un récord de vuelo solo de ida y vuelta que se mantuvo durante más de 70 años. Su avión, el G-AEXF, sigue en condiciones de volar (tras múltiples reconstrucciones) y se conserva en la Shuttleworth Collection, en Inglaterra.


10: Percival Mew Gull

 Percival Mew Gull

La belleza del Mew Gull reside en su diseño elegante y aerodinámico: líneas limpias, configuración monoplano de ala baja y forma compacta. A su atractivo contribuía el perfil alto del motor De Havilland Gipsy Six. Su construcción de madera y su cabina minimalista encarnan la elegancia de la aviación de los años 30.

Incluso hoy en día, el Mew Gull cautiva a los entusiastas de la aviación con su silueta elegante y su herencia deportiva, un purasangre de formas inmaculadas.


9: Supermarine S6 Series

 Supermarine S6 Series

Antes de que RJ Mitchell diseñara el Spitfire, lanzó una serie de hidroaviones muy rápidos para la carrera del Trofeo Schneider. El S5 había ganado la carrera en 1927, pero no se consideraba competitivo para la carrera de 1929, por lo que Mitchell diseñó un nuevo modelo propulsado por un nuevo y muy potente motor Rolls-Royce.

El nuevo S6 se entregó solo un mes antes de la carrera, debido principalmente a problemas con el motor Rolls-Royce. Aunque ofrecía un enorme potencial, era propenso a fallos, pero finalmente se había vuelto bastante fiable para el día de la carrera.

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9: Supermarine S6 Series

 Supermarine S6 Series

El S6 arrasó a la competencia y ganó el Trofeo Schneider de 1929, llegando a 60 mph (97 km/h) más rápido que el Macchi MC.67, que quedó en segundo lugar. Nuevos ajustes en el motor tipo R le permitieron alcanzar la increíble potencia de 2350 caballos en el S6B, que ganó el trofeo para el Reino Unido en 1931. La clave de su éxito y de su victoria en la carrera: el combustible no contenía gasolina, sino un 60 % de metanol, un 30 % de benceno, un 10 % de acetona y tetraetilo de plomo.

Como colofón final, el sensacional S6B demostró que era tan rápido como bonito al establecer el récord mundial absoluto de velocidad con 407,5 mph (655,8 km/h), convirtiéndose en el vehículo más rápido jamás construido por el hombre. Increíblemente, sigue siendo uno de los dos hidroaviones más rápidos jamás construidos, incluso hoy en día.


8: Napier-Heston Racer

 Napier-Heston Racer

El motor de avión Sabre, desarrollado por Napier & Son, era un potente motor aeronáutico británico utilizado principalmente en los Hawker Typhoon y Tempest durante la Segunda Guerra Mundial. Con un diseño de bloque en H de 24 cilindros refrigerado por líquido, desarrollaba hasta 2400 caballos de potencia, lo que permitía propulsar cazas de alto rendimiento a pesar de los problemas de fiabilidad iniciales. Su compleja ingeniería supuso una importante innovación en tiempos de guerra.

El primer avión diseñado en torno al motor Sabre fue el Napier-Heston Racer. Su objetivo era batir el récord mundial de velocidad aérea. Se esperaba que pudiera alcanzar los 480 mph (772 km/h). El proyecto fue financiado de forma privada por el magnate del automóvil William Morris; el Gobierno británico tenía sentimientos encontrados al respecto, aunque en ocasiones pensó que podría ayudar al desarrollo del motor Sabre.


8: Napier-Heston Racer

 Napier-Heston Racer

El 12 de junio de 1940, el primer avión destinado a batir el récord realizó su vuelo inaugural en el aeródromo de Heston, al oeste de Londres, pilotado por el comandante GLG Richmond, piloto jefe de pruebas de Heston Aircraft. Un fuerte golpe durante el despegue a alta velocidad, con la cabina abierta, provocó un despegue inesperado.

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Tras el despegue abrupto, Richmond realizó un breve vuelo de prueba con el tren de aterrizaje extendido, pero los problemas de control y el sobrecalentamiento del motor le obligaron a realizar un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, perdió el control del avión a 30 pies y se estrelló violentamente. El DH.88 Comet y el Heston Racer fueron diseñados por Arthur Hagg (1888-1985).


7: de Havilland DH.88 Comet

 de Havilland DH.88 Comet

El de Havilland Comet Racer de 1934 es una máquina de una belleza deslumbrante con una historia increíble, quizás milagrosa. Sir MacPherson Robertson ofreció un premio de 10 000 libras (equivalentes a 720 000 euros actuales) al ganador de una carrera aérea entre Inglaterra y Australia, para celebrar el centenario del estado australiano de Victoria.

Mientras que la mayoría de los participantes eligieron aviones ya existentes, De Havilland propuso un avión totalmente nuevo. La nueva máquina, absolutamente moderna y que incorporaba todas las últimas ideas en diseño aeronáutico, pasó de la concepción a la victoria en el concurso en solo nueve meses...


7: de Havilland DH.88 Comet

 de Havilland DH.88 Comet

Entre sus innovaciones se incluían un tren de aterrizaje retráctil (algo poco habitual en 1934), un nuevo tipo de construcción de madera y hélices de doble paso. A pesar de su fuselaje esbelto, tenía capacidad suficiente para transportar combustible para recorrer 2900 millas (4667 km). El DH.88 daría lugar al Mosquito, uno de los mejores aviones de la Segunda Guerra Mundial.

Hoy en día, el Comet G-ACSS también forma parte de la Colección Shuttleworth, que sin duda contiene algunos de los aviones más hermosos de la historia.


6: Gloster VI

 Gloster VI

El Gloster VI, desarrollado en 1929 por Gloster Aircraft, era un hidroavión de carreras diseñado para el Trofeo Schneider. Su elegante diseño monoplano presentaba una configuración de ala baja y dos flotadores. Propulsado por un motor Napier Lion VIID de 1320 CV, fue construido para superar los límites de velocidad con una aerodinámica avanzada.

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El Gloster VI, que participó en la carrera del Trofeo Schneider de 1929, representaba la búsqueda de la supremacía aérea por parte de Gran Bretaña. Con un fuselaje dorado aerodinámico y radiadores superficiales para reducir la resistencia, su objetivo era superar a sus rivales. El avión fue un escaparate de la ingeniería de Gloster, que compitió contra los diseños de la Italia de Mussolini en una competición internacional de alto riesgo.


6: Gloster VI

 Gloster VI

Durante las pruebas, el dorado Gloster VI estableció un récord mundial de velocidad aérea de 336,3 mph (541,2 km/h), pilotado por Richard Waghorn. Esto fue posible gracias a su estructura ligera y a su potente motor. Sin embargo, en la carrera Schneider, quedó en segundo lugar detrás del S6 de Supermarine, ya que se vio afectado por pequeños problemas de manejo y del motor.

Aunque no ganó, la velocidad récord y las innovaciones de diseño del Gloster VI influyeron en los aviones futuros. Sus refinamientos aerodinámicos sirvieron de base para los proyectos posteriores de Gloster, incluido el Meteor, propulsado por reactores. El papel del VI en el Trofeo Schneider puso de relieve la destreza aeronáutica de Gran Bretaña e inspiró avances en el vuelo a alta velocidad.


5: Supermarine S4

 Supermarine S4

El Supermarine S4, diseñado por RJ Mitchell en 1925, era un elegante hidroavión de carreras construido para el Trofeo Schneider. Su diseño aerodinámico de monoplano, con alas en voladizo y flotadores sin refuerzos, estaba pensado para la velocidad. Impulsado por un motor Napier Lion de 680 CV, superó los límites aerodinámicos de su época.

El S4 participó en la carrera del Trofeo Schneider de 1925, representando el intento de Gran Bretaña por recuperar el título. El innovador diseño del avión se centró en minimizar la resistencia, con un fuselaje de madera liso y radiadores integrados en las alas. Fue un paso adelante muy audaz.

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5: Supermarine S4

 Supermarine S4

Durante las pruebas, el S4 alcanzó la notable velocidad de 226,6 mph (364,7 km/h), estableciendo un récord británico de velocidad para hidroaviones. Sin embargo, los problemas con el diseño de las alas provocaron inestabilidad a altas velocidades. En la carrera Schneider, el piloto Henri Biard (en la foto de la izquierda) se estrelló, poniendo fin a las esperanzas de Gran Bretaña. El potencial del S4 era evidente, pero los defectos estructurales limitaron su éxito.

Aunque no logró la victoria, el S4 influyó en diseños futuros, en particular en el Supermarine S6B, que se alzó con el Trofeo Schneider en 1931. Las lecciones aprendidas de la aerodinámica y la integración del motor del S4 dieron forma al trabajo posterior de Mitchell (en la foto de la derecha), incluido el Spitfire.


4: Fairey III

 Fairey III

La familia Fairey III, presentada en 1917, era una serie de biplanos británicos famosos por su fiabilidad y versatilidad. Diseñados como aviones de reconocimiento y uso general, contaban con un armazón de madera y un revestimiento de tela que combinaba líneas elegantes con una durabilidad práctica. El IIIC fue el mejor hidroavión diseñado durante la Primera Guerra Mundial, aunque llegó demasiado tarde para entrar en servicio.

En 1919, Fairey recompró el primer prototipo del Fairey III, lo mejoró con alas de una sola bahía y un motor Napier Lion, y lo inscribió en la carrera aérea del Trofeo Schneider el 10 de septiembre. Desgraciadamente, la prueba se suspendió debido a la niebla, lo que impidió que brillara más allá de la aviación militar (una excusa suficiente para incluir este avión tan atractivo).


4: Fairey III

 Fairey III

A lo largo de los años, el Fairey III evolucionó a través de varias variantes y se convirtió en un tipo importante para la Royal Navy y la Royal Air Force durante los años veinte y treinta. Su robusto rendimiento en la aviación naval le valió el respeto de las flotas de todo el mundo.

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Símbolo de la innovación aeronáutica británica en sus inicios, el Fairey III tuvo una profunda influencia en los futuros aviones navales y sigue siendo un icono de su época. El III definitivo fue el IIIF (en la foto), de excepcional belleza. Contaba con un fuselaje totalmente metálico y, más tarde, con alas también metálicas.


3: Hawker Cygnet

 Hawker Cygnet

El Hawker Cygnet fue el primer diseño de Sydney Camm para Hawker Aircraft. Construido para la Royal Aero Club Light Aircraft Competition de 1924, se fabricaron dos ejemplares (G-EBMB y G-EBJH) con estructura de madera y tela, con un peso de solo 123 kg.

En 1925, el G-EBMB, pilotado por George Bulman, ganó la carrera internacional con hándicap de 100 millas a 75,6 mph (121,7 km/h) y quedó en segundo lugar en la carrera de aviones ligeros de 50 millas (80,5 km). Ambos Cygnets, reacondicionados con motores Bristol Cherub III en 1926, obtuvieron el primer y segundo puesto en otras competiciones, demostrando su ágil rendimiento a pesar de su baja potencia.


3: Hawker Cygnet

 Hawker Cygnet

El diseño ligero del Cygnet, con un fuselaje de vigas Warren y alas con largueros en caja, daba prioridad a la eficiencia para la aviación privada. Sin embargo, no consiguió el premio principal de 1924 debido a problemas con el motor. Lamentablemente, el G-EBJH se estrelló en 1927. El G-EBMB se almacenó hasta 1946 y posteriormente se exhibió en el Museo de la RAF en Cosford, Inglaterra.

Mientras que otros aviones de esta lista son máquinas enormemente potentes y de formas impresionantes y aerodinámicas, el Cygnet tiene un aspecto más sencillo e inocente. También es pequeño, con una longitud de 6,22 metros, una envergadura de 8,53 metros y una altura de solo 1,78 metros.


2: Miles Falcon

 Miles Falcon

El Miles Falcon, de gran atractivo, es un monoplano británico de la década de 1930, diseñado por Miles Aircraft para uso privado y turístico. Presentado en 1934, su construcción de madera con alas bajas y su motor De Havilland Gipsy Major de 130 CV le permitían alcanzar una velocidad de 233 km/h y una autonomía de 966 km. Su diseño elegante y ligero lo convirtió en uno de los favoritos de los aviadores.

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Evolucionado a partir del Hawk Major, el Falcon presentaba un fuselaje refinado para dos o tres asientos y un ala elíptica distintiva para una mejor sustentación. Su cabina cerrada ofrecía comodidad, ideal para vuelos transcontinentales. El manejo y la economía del avión lo hacían ideal tanto para clubes de vuelo como para propietarios privados.


2: Miles Falcon

 Miles Falcon

El Falcon destacó en competiciones, especialmente en la King's Cup Race de 1935, donde una versión modificada, el Falcon Six, alcanzó los 175 mph (282 km/h) con un motor de 200 CV. Su versatilidad llevó a su uso en el ámbito militar, donde algunos quedaron impresionados como aviones de entrenamiento durante la Segunda Guerra Mundial. Su fiabilidad en vuelos de larga distancia impresionó a los militares.

Se fabricaron alrededor de 36 Falcon, que influyeron en aviones posteriores de Miles, como el Messenger. Varios de ellos siguen en pie, apreciados por los entusiastas de los aviones antiguos. La combinación de rendimiento, asequibilidad y diseño elegante del Falcon consolidó su legado en la aviación británica, reflejando el enfoque innovador de Miles hacia la aviación general en la época anterior a la guerra.


1: Miles Hawk Speed Six

 Miles Hawk Speed Six

El hermoso Miles Hawk Speed Six personificó la edad de oro de las carreras aéreas. Desarrollado a partir del Miles Hawk Major, contaba con un potente motor De Havilland Gipsy Six de 200 CV, con la cabina delantera eliminada y la cabina trasera reposicionada para mejorar el equilibrio.

Solo se fabricaron tres ejemplares, el G-ACTE, el G-ADGP y el G-ADOD, todos ellos personalizados o de competición. El G-ADGP, que actualmente se conserva en la Shuttleworth Collection, fue objeto de numerosas modificaciones, entre ellas una reducción de la envergadura a 28 pies y una cabina más aerodinámica, con lo que alcanzó una velocidad de unos 160 nudos (296 km/h).


1En: Miles Hawk Speed Six

 Miles Hawk Speed Six

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Pilotado por figuras como Luis Fontés, compitió en carreras aéreas, aunque no sin dificultades, como el accidente del G-ADOD en 1936. Después de la guerra, el G-ADGP disfrutó de una larga carrera en competición hasta la década de 1970, y más tarde fue restaurado con una llamativa librea negra y crema. Su fuselaje de madera, que combina abeto y contrachapado, fue construido con la excelente artesanía británica de la época.

Hoy en día, participa junto a otros aviones de carreras antiguos, como el Percival Mew Gull, en espectáculos aéreos. El Hawk Speed Six sigue siendo un evocador testimonio del espíritu innovador de Miles Aircraft y del estilo atrevido de las carreras aéreas de la década de 1930.

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Foto Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.en


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